El diseño de una embarcación es un proceso iterativo en el que participan el armador con sus requerimientos y preferencias, las normativas vigentes que garantizan la adecuación a los estándares actuales, y el ingeniero, que teniendo en cuenta todas estas exigencias, propone las soluciones más adecuadas para obtener un producto viable y eficiente.

 

La dirección de obra garantiza que la construcción es llevada a cabo de acuerdo al proyecto, con los materiales y procedimientos establecidos en este y dando solución a los pequeños problemas que surgen durante el desarrollo de la misma.

 

Las modificaciones son aquellas acciones que corrigen defectos de construcción o diseño, adecúan la embarcación a un nuevo propietario o la adaptan a los últimos desarrollos de la técnica. Las modificaciones pueden alterar la adecuación de la embarcación al objeto original, alterar su adecuación a la normativa invalidando la certificación, o cambiar las características de seguridad de la embarcación.

 

Cuando las embarcaciones no están en uso, por ejemplo durante la estación invernal o fuera de la temporada de navegación, es aconsejable que permanezcan fuera del agua para evitar posibles daños por condiciones meteorológicas adversas o deterioros por corrosión o penetración de humedad en los laminados compuestos.

Durante este período, la embarcación debe reposar en una cama adecuadamente diseñada para soportar los esfuerzos y transmitir las cargas sin dañar el casco.